domingo, 22 de julio de 2012

JIRONEANDO POR LA HISTORIA DE JIRÓN DE LA UNIÓN


Caminar por el Jirón de la Unión es transitar por la zona más emblemática de la Lima hasta mediados de los años ochenta. Pero
Hasta los años 70 del siglo pasado era recorrido por autos y por tranvías y luego se convierte en zona peatonal.

Jr. De la Unión, Lima - Perú (1905)


Su historia comienza con el inicio de la Colonia y recibe este nombre con la llegada del siglo veinte. A partir de 1982. Sus 5 de las 11 cuadras conectan la Plaza Mayor con su otra plaza más importante, la Plaza San Martín.

Su primera cuadra, fue llamada “Puente de Piedra” por el simple hecho de que este el puente, también llamado Puente Trujillo. Anteriormente existían dos lugares emblemáticos el café Haití y un cafetín de un ferviente hincha de Universitario que servía humeantes café con leche en vaso, sándwiches de aceitunas negras y diversos platos criollos a la hora del desayuno. Pero ya no están. En esta cuadra está también el pasaje del Correo y en la esquina, la Plaza de la Bandera donde antes estaba la estatua de Francisco Pizarro.

Al Cruzar la Plaza de Armas y en su tercera cuadra está la sede del Municipio de Lima y el aún vigente, cada vez menos, Club de la Unión, ambos separados por el Pasaje Santa Rosa y a unos metros más allá, encontramos la cuarta cuadra conocida como “Mercaderes” por la cantidad de negocios que alberga.

Sin embargo ya no existen tres lugares emblemáticos como lo fue la Antigua Heladería de la Botica Francesa, la Casa Banchero y la Casa Welsch. Otros lugares a recordar son las tiendas también desaparecidas: Tía, Monterrey, Oeschle (que hoy se encuentra en el Centro Cívico), Maruy y la antigua Sears (hoy Saga) así como los cines Bijou, Adán y Eva (hoy Cine Planet) y el Excelsior (hoy Cine Star Excelsior).

En la cuadra seis tenemos la hermosa Iglesia de La Merced y la antigua sede del Banco Internacional del Perú así como una estatua al Gran Mariscal Ramón Castilla. 


Ya en la cuadra 7 está el Palais Concert sigue siendo mudo testigo de glorias pasadas lugar donde la “farándula de la belle epoque” (a la que pertenecieron los famosos Abraham Valdelomar y su Grupo “Colónida”, César Vallejo, José Carlos Mariátegui entre otros) de inicios del siglo veinte 1915-1920.

En la cuadra 8 llamada de “Boza” (por estar la casa de quienes fueron los Marqueses de Boza, aún están. En esta cuadra también recordamos la tienda de discos de Héctor Roca y la Librería Internacional y también la Pastelería Elio Tubino y el café Dominó (Galería Boza) que hoy está en la Plaza San Martín. En el Nº 847 estaba el antiguo Bar Morris, donde dicen que se inventó el Pisco Sour.

La cuadra nueve se ubica en la Plaza San Martín en donde está el hermoso Hotel Bolívar, el ex cine San Martín y más allá el ex Teatro Colón (a lado del cuál fueron asesinados el Director de El Comercio y su esposa en los años 30 del siglo pasado) y el exclusivo Club Nacional.


En la cuadra 10 (llamada “Belén) está una hermosa casa que hoy ocupa el Museo Andrés del Castillo y los lugares de diversión, hoy de nuevo visitados por gran cantidad de personas el Rincón Cervecero, el antiguo Bar Munich, el bar Mao y otros.

NUEVO Y RENACIENTE JIRON DE LA UNION

Actualmente hay Nuevas tiendas, nuevos clientes, mucha gente caminando por sus cinco principales cuadras comerciales.

El llamado “jironear” que implicaba vestirse con sus mejores ropas en los “años de gloria del siglo veinte”, hoy se ha convertido en otro paseo de compras, consumo de comida y búsqueda de satisfacer nuevas necesidades de los nuevos limeños y  peruanos. Es así como hoy en día es un moderno emporio que concentra importantes negocios que siguen atrayendo a miles de visitantes.

Es así como las personas han improvisado un puesto de trabajo como la señora rosita que alquila celulares encadenados a su faja, hombres raros, ofreciendo  tatuajes y piercing sin dolor ni complejos, flequillos para los emo, pulseras para los punks. Jirón de la Unión ahora también  brinda conexión en cabinas para todos los gustos y encuentros, puestos donde venden peluches, rostizas pollos, incluso tiene su cine que  anuncia la cartelera, distrayendo a desanimados, más que serenos, jóvenes serenazgos con perros con bozal. Conforme pasen los años, Jirón de la Unión se ira transformando no se sabe si para bien o para mal, por eso cada día nos convencemos más que al mundo no hay que encontrarle lógica.


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